lunes, 13 de abril de 2009

Peleas 3

El otro día entramos mi amada y yo en un bar y da la puñetera casualidad de que nos topamos de cara (también es mala suerte) con unos vecinos míos mayores que me han conocido novios chicos y que yo doy por hecho que no aprueban estas relaciones bis (que también es mucho dar por hecho, véte a saber: a lo mejor van a clubs liberales cada semana), pero total, que a mí me daba corte que me vieran dando señales de tener una novia en vez de un novio.

Ya ves tú que ridiculez de “señales” de novias debíamos dar, porque resulta que mi adorada “Ella” y yo íbamos inocente, decente, discreta y ambiguamente cogidas de la mano, solo así, sin dar ninguna otra señal concluyente de que somos novias (¿lo somos?) pero yo nada más ver a los señores, mecagoenlamar, cometí la cagada de soltarle de inmediato la mano a mi amor (como si su mano de repente me chamuscara) ¡qué horror! ¡qué desplante le hice! ¡Qué feo imperdonable! (burra de mí lo reconozco, meaculpameaculpameaculpa fui una cobarde vale sí, y una boba, me autofustigo, toma toma venga más ay ay qué daño, pupa ¿no me podría fustigar con una pluma de canario?) (¡Este desplante me lo hace ella a mí y le tiro de los pelos hasta dejarla calva...!)

Yo, por supuesto ya sabía que este mal gesto le iba a sentar como una patada en el culo y yo ya me esperaba la bronca monumental. Es verdad que mientras estuvimos en el bar ella mantuvo la compostura, saludamos a los señores y tal, (sin dar ninguna señal de lesbianismo), ella es un encanto cuando quiere, pero, ay madre, cuando nos sentamos a solas en la mesa, ya empezó a mirarme echándome rayos envenenados por los ojos, sin dirigirme la palabra y poniéndome unos morros que le llegaban a Groenlandia. Pero por lo menos mantuvo la compostura (ejem) hasta que salimos a la calle (algo es algo). Reprimió sus ansias asesinas.

Porque ¡anda una vez en la calle! Uf... imagínate con el mal genio y la mala leche que tiene cuando le da la gana... Fue ella a mí la que me dejó calva.

¿Qué por qué te cuento esto? Pues es un ejemplo muy tonto pero muy ilustrativo que me sirve mucho para que te des cuenta un poco de que hay muchos desencajes entre ella y yo desde que dejamos de ser solo amigas a pasar a ser novias (retomando el tema anterior de las peleas). A ver, en conclusión: ante una situación tan tonta como encontrarnos a unos señores en un bar ahora que somos novias tenemos que aprender a comportarnos de una manera concreta y pactada. En este caso: la próxima vez que nos encontremos en una situación así no nos soltaremos de la mano ¿Pa qué? Ay que ser burro... No sé si me explico.

Y hay mil situaciones al día en las que se da este desacople y que tenemos que aprender a encajar y a pactar. Y casi cada vez que desencajamos: bronca que te crió. Porque ya no digamos cuando se trata de situaciones mucho más íntimas, delicadas y peliagudas. Hay cosas que son incontables. O más difícil todavía: que cada una cuenta de una manera diferentísima a sus respectivos confidentes. Pero bueno, esto ya es otro tema distinto.

Espera que me parece que me he liao. No sé si me he explicado bien, porque la verdad es que yo misma me he hecho la picha un lío mientras escribía.

Para entenderme confío en los superpoderes de telépata del que lee.

3 comentarios:

  1. Pues si te entendemos, es normal que te de algo de miedo de que te echen la leche por la situación que vives, no hiciste mal, pero tampoco hiciste bien, osea, a mi opinión, no es nada grave lo que paso, yo lo hubiera entendido, si estuviera en el lugar de tu novia, la gente todavía no se entera de tu situación(me imagino que algunas si tal vez)así que es cuestión de que te adaptes poco a poco y que hables más con tu pareja del tema, además, pregúntale que hubiera hecho ella si en vez de ser tus conocidos eran los de ella, o peor, sus padres o abuelos(por dar un ejemplo)no se si alguno de tus familiares o los de ella estén enterados, pero ya eso es cuestión de comunicación, poco a poco se vence el miedo, con más confianza dale tiempo al tiempo, no te preocupes no es nada grave, y si tu amaba te hecho la bronca, pues no tiene motivos fuertes para ello, debe de entenderte, tu la entiendes por lo que me cuentas, pero ella debe ser más empática y tolerante, suerte con eso, y sigue escribiendo, que al fin y la cabo me reí de como cuentas tus peleitas de pareja bi, jaja, hasta la sigte.

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  2. Ay Giancarlo, que las tías normalmente no solemos ser muy empáticas en lo que a relacciones se refiere, jajaja, viéndolo desde fuera sí ¿eh? Me pongo en el lugar de las dos. Entiendo a Aina desde luego, pero también me pongo en la piel de "ella", porque si es mi chico el que me hace algo así... ¡ufff!
    Desde luego es lógico que entenderte y darte algo de tiempo, e imagino que tú tendrás que empezar a plantearte las prioridades, ¿Qué es más importante lo que piensen los vecinos o lo que sienta "ella"?
    Mira, yo vivo en un pueblo muy chiquitajo, y cuando vine a vivir aquí, me sorprendieron un par de vecinas que son pareja y nunca se han cortado de comportarse como tal, se llaman cariño, y no están más acarameladas porque llevan un ya unos años juntas. Pese a ser un pueblo tan pequeño, no sólo no hay habladurías sobre ellas, sino que son muy respetadas.

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  3. yo creo aina que lo que te sucede es normal porque, el entorno donde vives debe ser de personas conservadoras o poco tolerantes que no aceptan tu relacion bi, y es natural que tu sabiendo eso te cohibas de mostrarte en publico y tener que llevar el calvario de soportar a desconocidos hablando cosas de ti, lo mejor que podrias hacer seria cambiarte a otro sitio donde creas tu, que puedas vivir mas comoda..... si no acepta las cosas como vengan... no hay mas, un saludo ;)

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